martes, 15 de diciembre de 2015

Presión arterial baja en mujeres embarazadas



La mayoría de mujeres en estado de embarazo experimentan presión arterial baja; la razón puede deberse a los cambios cardiovasculares que tienen lugar en este periodo. Durante la primera mitad del embarazo son frecuentes los mareos y la sensación de cansancio y fatiga que acompañan a la futura mamá, algunas incluso pueden sufrir desmayos. ¿A que se debe esto? A continuación te lo vamos a explicar.


Adentrándonos en el término

Antes de proseguir es conveniente que sepamos de que es de lo que estamos hablando. La presión arterial baja o hipotensión es la baja presión de la sangre.  Esta se produce cuando los latidos del corazón, cuya misión es bombear la sangre al resto del cuerpo, presentan un ritmo más pausado de lo normal; cuando esto ocurre, tanto el cerebro como el resto del organismo se ven privados de la sangre que necesitan para mantener una estabilidad, lo que daría como resultado desmayos y mareos. De acuerdo con el sitio http://www.tensoval.es/, esta condición afecta más que todo a mujeres jóvenes y delgadas. No se sabe a ciencia cierta que es lo que la produce, sin embargo, los expertos señalan factores hereditarios como posibles detonantes (tanto la madre como la hija muchas veces se ven afectadas). Cuando no se observan síntomas, la hipotensión no conlleva peligro. 

En la etapa del embarazo la mujer puede experimentar hipotensión  durante las primeras 24 semanas, especialmente en el segundo trimestre (entre las semanas 12 y 24 de gestación). Comúnmente hablamos de una disminución en la tensión producto del embarazo; recordemos que ahora la sangre de la mamá también circula hacia el feto, por  lo que estaría realizando una doble función. Su  sistema circulatorio se ve en la necesidad de trabajar más a prisa para cubrir las necesidades del bebé, lo que conllevaría a una reducción en su presión sanguínea. Los niveles de presión arterial En esta etapa llegan a estar por debajo de 90/60, (los niveles normales son de aproximadamente 120/80). De acuerdo con los especialistas, los niveles pueden descender entre cinco y diez puntos durante el primer trimestre, sin embargo estos se estarían estabilizando nuevamente al final del segundo trimestre.  En cuanto el cuerpo de la mujer se amolde a su nueva condición la hipotensión irá mitigándose. La presión arterial baja durante el embarazo puede llegar a representar un problema serio, aunque no llega a ser tan grave como la presión arterial alta o hipertensión. 

Una de las formas de prevenir la hipotensión en el embarazo, es evitar exponerse a temperaturas muy elevadas y no estar de pie durante mucho tiempo. La mujer en cita no debería dormir boca arriba, sobre todo al final del embarazo. Debe mantenerse bien hidratada, tomando por lo menos dos litros de agua diarios. Existen otros factores que se deben tener en cuenta, los cuales están relacionados con la hipotensión postural y la hipotensión supina:

La hipotensión postural: Se da cuando ocurre un cambio rápido en la posición del cuerpo (levantarse muy bruscamente, por ejemplo). Esta condición se caracteriza por la caída de la presión arterial al momento de hacer este movimiento repentino. La sangre sale del cerebro demasiado rápido.

La hipotensión supina: Es producida cuando hay un aumento de la presión que el útero agrandado pone en la vena cava y la aorta. Esta situación ocurre especialmente cuando la mujer está acostada sobre su espalda, lo cual no se recomienda que se haga durante la segunda mitad de la gestación. Si la hipotensión no se toma en cuenta, tanto la madre como el bebé pueden estar en peligro.


Tratamientos

Para saber qué tipo de tratamiento llevar a cabo es pertinente conocer las razones que originan la hipotensión, la edad y el estado de salud de la paciente. Algunos alimentos ayudan a subir tu presión arterial, consulta con tu médico para conocer con que frecuencia y en cuantas cantidades los puedes consumir.

Algunos métodos incluyen:

Aumento en la administración de sodio / sal: La futura mamá deberá ingerir dosis específicas que serán recomendadas por su médico.

Aumento de la ingesta de agua: Cuando se incrementan los fluidos también se incrementa el volumen sanguíneo y se previene la deshidratación.

Medicamentos: Cierto tipo de medicamentos ayudan a los riñones a retener sodio mientras que otros bloquean la reacción del cuerpo a la adrenalina que puede dar origen a la presión arterial baja.



No hay comentarios:

Publicar un comentario